Acabo de recibir un vídeo curioso donde una de las jugadoras llega a una bola imposible en un partido de beísbol.

Pensando en una entrada para la edición 2.2 del Carnaval de Matemáticas, indagué para ver la relación entre Béisbol y Matemáticas y la verdad es que he descubierto cosas muy curiosas.

En un partido de béisbol las matemáticas siempre están presentes y son necesarias. A la hora de plantear una estrategia es importante el manejar con soltura la resolución de problemas y los juegos de estrategia.

Analizando la gráfica que representa un lanzamiento y su ecuación, podemos hacer que mejore nuestro lanzamiento.

El campo de béisbol, tiene forma geométrica, forma de diamante.

Y como no podía faltar en cualquier deporte, la estadística es fundamental en el béisbol.

Los números siempre están presentes: número de lanzamientos, porcentaje de bateo, número de carreras limpias, etc.

Pero lo que más me ha sorprendido ha sido el descubrir el par de números de Ruth-Aaron. Así se llaman a los pares de números enteros consecutivos que al descomponerlos en factores primos, la suma de estos factores es la misma.

Por ejemplo 714 y 715.

714 = 2·3·7·17
715 = 5·11·13
Si nos fijamos en las sumas de ambas descomposiciones tenemos que:
2 + 3 + 7 + 17 = 5 + 11 + 13 = 29

Leyendo la Web de historias de la ciencia, descubro que el 8 de abril de 1974, Hank Aaron bateó un «home run», el numero 715 de su carrera, que rompía la marca histórica que Babe Ruth estableció en 1935 y que estaba precisamente en 714.
Un matemático, Carl Pomerance, se dió cuenta de que los factores primos de 714 y 715 cumplían una propiedad interesante, la que hemos mencionado anteriormente.
A estos números, Pomerance les llamó pares de Ruth–Aaron.

Participa a través de Facebook y mándanos otro par de Ruth-Aaron.

Para terminar, aquí tienes una interesante actividad para Primaria, donde tienes que resolver problemas utilizando multiplicaciones y divisiones (en inglés).

Juego

Este artículo colabora con la Edición 2.2 del Carnaval de Matemáticas, cuyo anfitrión es el Blog Gaussianos.

n un partido de béisbol las matemáticas siempre están presentes y son necesarias.

 

A la hora de plantear una estrategia es importante el manejar con soltura la resolución de problemas y los juegos de estrategia.

 

Analizando la gráfica que representa un lanzamiento y su ecuación, podemos hacer que mejore nuestro lanzamiento.

 

El campo de béisbol, tiene forma geométrica, forma de diamante.

 

Y como no podía faltar en cualquier deporte, la estadística es fundamental.

 

 

Los números siempre están presentes: número de lanzamientos, porcentaje de bateo, número de carreras limpias, etc.

 

El 8 de abril de 1974, Hank Aaron bateó un home run (en castellano se puede decir también “jonrón”): el numero 715 de su carrera. La importancia de este home run era que, con él, Aaron rompía la marca histórica que Babe Ruth estableció en 1935 y que estaba precisamente en 714.

Resulta que Carl Pomerance, un matemático que trabajaba en la ciudad de Atlanta, donde Aaron había bateado su home run 715, notó que los factores primos de 714 y 715 satisfacían una propiedad interesante.

Si factorizamos ambos números obtenemos las siguientes descomposiciones:

714 = 2 × 3 × 7 × 17
715 = 5 × 11 × 13

Si nos fijamos en las sumas de ambas factorizaciones tenemos que:

2 + 3 + 7 + 17 = 5 + 11 + 13 = 29

A los números que satisfacen esta propiedad, es decir, a los pares consecutivos cuya descomposición en factores primos tienen la misma suma, Pomerance les llamó pares de Ruth–Aaron. Y claro está, en cosas como esta, los ordenadores son fantásticos. Pomerance descubrió que entre los números menores que 20.000 hay 26 pares de Ruth–Aaron. El mayor en este rango lo forman el 18.490 y y el 18.491.

Aunque los pares disminuían en cantidad cuando los números crecían, Pomerance conjeturó que había infinitos pares de Ruth–Aaron, pero no tenía idea de demostrar su corazonada. Su descubrimiento fue publicado en un paper de tono desenfadado en el Journal of Recreational Mathematics. Una semana después de la publicación recibió una llamada de Paul Erdös, a quien no conocía.