GULLIVER 2
«Al anochecer, entré con alguna dificultad en mi casa, donde me tendí en el suelo. Así continué unos quince días, durante cuyo plazo el emperador ordenó que me fabricasen un lecho. Seiscientos colchones de la medida común en el país fueron transportados en carros y colocados en mi casa. Ciento cincuenta de ellos, cosidos entre si, proveían la longitud y anchura, y, siendo su número el que dije, el colchón resultaba cuádruple, lo que, sin embargo, no dejaba de hacerme sentir la dureza del suelo, que era de piedra bruñida.»
Sugerencia didáctica:
1.- Sabiendo que la longitud de Gulliver es doce veces la de los liliputienses, y la de éstos, de unas seis pulgadas, ¿podrías calcular cuál era la altura de Gulliver?
2.- Suponiendo que los colchones de los liliputienses eran de su misma altura, por lo menos, y que lo mismo ocurriría con el colchón que necesitara Gulliver, ¿cuántos colchones tendrían que poner de largo para hacerle el suyo a Gulliver?, ¿y de ancho?, ¿cuántos hacen falta en total?, ¿cuántos pusieron los liliputienses?
3.- Sabiendo que todas las medidas de Gulliver eran doce veces las de los liliputienses, ¿resultaba bien de espesor el colchón?, ¿cuántos tendrían que haber puesto?, ¿comprendes por qué se quejaba Gulliver de la dureza del suelo?
4.- Con todos los cálculos anteriores, ¿sabrías decir el número de colchones necesario para que Gulliver hubiera dormido cómodo?
(VIAJES DE GULLIVER. Jonathan Swift. Ediciones Sarpe. Colección Novelas Inmortales, 1.984)