Lola fue al supermercado a comprar comida. En su cesta dejó seis productos distintos y se dio cuenta que los seis productos tenían precios diferentes.

Cuando estaba en la cola para pagar en la caja, cogió la calculadora y en vez de sumar, multiplicó los precios de todos los productos de la cesta. Entonces volvió a hacer la cuenta sumando los precios y sorprendida se dio cuenta que el resultado era el mismo.

¿Nos está engañando Lola?

Si es posible, encuentra alguna solución.

Si no es posible, demuéstralo.