No deja de ser paradójico que una mala traducción haya disfrazado de bruja a Gaetana Agnesi, siendo una mujer, en el buen sentido de la palabra, buena.
 
Nació el 16 de mayo de 1718, en el seno de una familia adinerada que se había enriquecido con el comercio de la seda. Desde pequeña asistió a las tertulias de su palacio de la calle Pantano, a la que acudían los más importantes profesores universitarios de la época. A los 5 años dominaba el francés y a los 9 era reconocida como latinista. A los 10 años en vez de leer cuentos devoraba las obras de Newton, Leibniz, Descartes y Fermat. A los 17 años había elaborado un comentario crítico del análisis de las cónicas de L´Hôpital.

 
Agnesi