Tres amigos sentados en la mesa de un bar piden tres cafés y cada uno paga 10 pesetas por su café. Cuando el camarero les cobra se marcha a la barra para que el dueño recoja el dinero.

    El dueño le dice al camarero: «Estos tres amigos son buenos clientes, anda, devuélveles 5 pesetas».

    El camarero recoge las cinco pesetas y de camino a la mesa en la que están sentados los amigos piensa:»5 no es divisible entre 3, para facilitar la cosa yo me voy  a quedar con dos pesetas». Y así lo hace, de tal forma que devuelve tres pesetas, una a cada amigo.

    Pero, aquí pasa algo raro, ya que si a cada amigo le devuelve una peseta, quiere decir que cada uno ha pagado 9. En total han pagado 3×9=27 pesetas más las dos del camarero, 29 pesetas.

¿Dónde está la peseta que falta?

Solución


    En momentos de cansancio suelo utilizar en el aula problemas de este tipo para romper la monotonía, y todavía me sorprende la variedad de soluciones que se le da a este problema.

    Realmente es todo un engaño, ya que el oyente se deja manejar por el discurso del que plantea el problema. No hay que darle más vueltas, cada uno ha pagado 9 pesetas que suman 27 y han dejado de pagar tres que son precisamente las que le ha devuelto el camarero.

    También sorprende que esta explicación no convence a muchos, porque lo de la pérdida de la peseta les deja «cogidos».

 Otra forma de explicar esto sería indicar que los amigos han pagado 27 pesetas y le han devuelto 2 pesetas que tiene en su poder el camarero. 

    27 pesetas pagadas

    2 devueltas

    Serían cantidades de signo contrario que al sumarlas no daría 29 sino 25, la cantidad que en un principio habían pagado.