Un hombre tenía un mono al que le gustaban mucho los cacahuetes.
Todas las mañanas el hombre, le obsequiaba con 100 cacahuetes. Durante la jornada, el mono se comía la mitad de los que tenía, y guardaba la otra mitad por si al día siguiente no le ponían más. Cada día se encontraba con 100 cacahuetes más por la mañana, y cada día se comía la mitad. Así sucedió día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año tras año. Un buen día el mono contó por la noche los cacahuetes
que había guardado. ¿Cuántos tenía?

Monos

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