
Año 1966.
Película de espionaje científico en plena guerra fría: la ciencia se mezcla con la política, con una escena que, con toda seguridad, podría ser la más larga del cine en la que los protagonistas están haciendo Matemáticas en el campo de batalla de las pizarras.
ESCENA
– De acuerdo, empecemos -y Armstrong empieza a escribir hasta que Lindt le quita la tiza diciendo…
– Permítame, no creo que pueda trabajar conmigo si es esto todo lo que sabe, profesor. Me está decepcionando usted.
¡Aún no he terminado!.
– ¡Me parece profesor que tiene poco que ofrecer! -Insiste Lindt.
– Profesor, he venido aquí porque quienes manejan los fondos de mi país no son lo bastante inteligentes para adoptar un concepto original. ¡Ahora está bien!. – mientras escribe.
¡Estallará! -mientras Lindt modifica algunos coeficientes de la fórmula escrita por Armstrong.
– Al final Lindt se da cuenta que realmente Armstrong no le ha dicho nada.
– Permítame, no creo que pueda trabajar conmigo si es esto todo lo que sabe, profesor. Me está decepcionando usted.
¡Aún no he terminado!.
– ¡Me parece profesor que tiene poco que ofrecer! -Insiste Lindt.
– Profesor, he venido aquí porque quienes manejan los fondos de mi país no son lo bastante inteligentes para adoptar un concepto original. ¡Ahora está bien!. – mientras escribe.
¡Estallará! -mientras Lindt modifica algunos coeficientes de la fórmula escrita por Armstrong.
– Al final Lindt se da cuenta que realmente Armstrong no le ha dicho nada.
[notice class=»notice»]Fuente: www.aulamatematica.com[/notice]